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Mostrando entradas de agosto, 2019

Call of Duty: Modern Warfare Remastered

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Si hubiera que quedarse con uno de los múltiples CoD que sacaron en la generación pasada, de entre la santísima trinidad que forman CoD 2, Modern Warfare y Black Ops, el MW es el que más caló y por ello nos encontramos con este lavado de cara para las actuales consolas. Las nuevas texturas le sientan muy bien, pero la jugabilidad se siente ya algo desfasada. Jugándolo en curtido, al final del juego se nota mucho la sensación de tener que avanzar como un pollo sin cabeza hasta una cobertura para frenar el respawn de la anterior... unido con la IA que ignora a tus aliados y te busca aunque no tenga ningún sentido. Hoy en día tenemos mejores referentes - normal por otra parte. Nota: 8. No deja de ser un remaster y esto raramente se cambia en estas ediciones. Revivir "Tripulación prescindible" o "Todos camuflados" a tope de brilli brilli bien vale la pena.

The Order 1886

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Siempre me pudo la curiosidad de por qué recibió tantos palos el juego de Ready at Dawn que tanto prometía. Nos, evidentemente, vamos a 1886, Londres. Encarnamos a Sir Gray Galahad, miembro de los caballeros de la mesa cuadrada redonda, los cuales descubrimos que viven una eternidad y se enfrentan a todo tipo de problemas. La amenaza licántropa se destapa en los suburbios y nos toca investigar la trama. En su día, el juego destacaba gráficamente. A mí me ha parecido que ha envejecido mal. La polémica resolución de 1920x800p, juntado con 30 fps y un montonazo de filtros (que luego podemos editar) que emborronan la imagen dan una sensación bastante pobre. Le excusa fue que querían darle un aire cinematográfico. Realmente no hace falta, porque The Order tiene tantas cinemáticas que por ratos piensas que es una película en la que han metido 5 tiroteos y 3 zonas de QTE. Y da rabia, porque los tiroteos son divertidos gracias a las armas de Tesla: la termita es una maravilla

Red Dead Redemption 2

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- Cuando Rockstar habla, el resto calla y aprende - Creer que Red Dead Redemption era el "GTA del oeste" fue un error de apreciación allá por 2010. Hoy, pensarlo de su continuación es simplemente ignorancia.    Somos Arthur Morgan y formamos parte de la banda de Dutch, una serie de forajidos a los cuales la civilización moderna se les echa encima y su modo de vida se agota. La pasta que tenían está bloqueada en Blackwater y hay que buscarse nuevas formas de financiación que permitan a todos huir a Tahiti o a algún otro paraje donde rehacerlo todo.  En este transcurso tenemos mil aventuras. El jugador conoce a los miembros de la banda y sus virtudes y defectos, a lugareños cada uno más estrambótico que otro, sale a pescar, rastrea animales, juega al poker o a no sacarse un dedo con el cuchillo, doma y cuida a su caballo, compra la prensa, nuevas ropas que le abriguen del frío, mejora el campamento de la banda o va a espectáculos de cabaret... Básicam