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Mostrando entradas de diciembre, 2019

Head Lander

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A los Metroidvania siempre hay que darles una oportunidad. Double Fine aporta al género un simpático y macabro juego en el que manejamos a una cabeza voladora que va poseyendo diferentes robots para avanzar por el mapeado y debemos investigar básicamente qué ha ocurrido. Es un juego sencillo en el que rápidamente iremos adquiriendo nuevas habilidades y progresando en la historia sin más dificultad, no es un juego difícil en absoluto. Los escenarios son diferentes instalaciones espaciales en 2.5D. Ir capturando diferentes robots de colores específicos es la clave para entrar por las diferentes puertas de los escenarios. Nota: 6. Ameno y original. Un Metroidvania para pasar el rato sin complicarse la vida.

Afterparty

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Los creadores de Oxenfree nos traen un juego en el que la pareja de protagonistas han muerto, se hallan en el infierno sin saber por qué y quieren salir. Para ello, deben utilizar sus mejores dotes sociales y habilidades consistentes en la ingesta masiva de alcohol para así desplegar su personalidad y conseguir batir a Satán.  Afterparty es un juego en 2 dimensiones de unas 6 horas que se dividen de la siguiente manera: 1. 5 horas de conversaciones insustanciales 2. 45 min de pulsar el stick hacia derecha o izquierda 3. 15 min en 5 minijuegos: 2 bailes, 2 torres de vasos, 1 beerpong Creía que la elección de los diferentes cócteles iba a influir en los juegos, las conversaciones o cómo se iba a desarrollar, pero nada más lejos de la realidad, básicamente dan igual. Incluso el mismo juego sabe que las conversaciones son un coñazo: Nota: 2. No juguéis esta bazofia. Ni es divertida, ni es entretenida, ni consigues los 1000G en la partida y no vas a querer rej

Halo Reach Remaster

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En 2010 éramos jóvenes e inocentes y no esperábamos que Halo Reach fuera a ser la gran última obra de Bungie. Reach reúne todos los elementos que hacen de la trilogía de Halo la saga FPS por excelencia en consolas y los mejora, e incluso sin tirar del Jefe Maestro para ello. Estamos justo antes de los acontecimientos de Halo: Combat Evolved en 2552. El planeta Reach es atacado virulentamente por fuerzas invasoras Covenant y nosotros somos un espartan que nos unimos al equipo Noble tras una baja sufrida, siendo así Noble 6. Somos un número y no tenemos nombre, lo que contrasta con los otros 5 espartan: Carter, el jefe del equipo. Tira de todos y se nutre de sus habilidades. Implacable, un líder con mayúsculas. Kat es la espartan tecnológica, y ya su brazo mecánico te hace ver de la pasta que está hecha. Noble 3 es Jun, un espartan callado y con experiencia en sigilo. Las incursiones nocturnas son lo suyo. Emile es un espartan icónico al rasgarse con su cuchillo el casco y formar

The Outer Worlds

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Nos despiertan en una nave varada en el espacio: algo ha salido mal y quedan miles criogenizados. El plan de conquistar un nuevo sistema solar está saltando por los aires.  En The Outer Worlds somos un héroe o antihéroe y nos enfrentamos a las diferentes megacorporaciones que están haciendo de la vida en el nuevo sistema un auténtico sinvivir. Nuestro camino nos lleva a reclutar a diferentes personajes, cada uno más estrambótico que otro, para tratar de resolver la situación. No es que me esté explicando horriblemente mal, es que la presentación y las motivaciones del juego son así, del 0 a la nada estamos con los mayores jerifaltes galácticos.  Por suerte, el personaje vamos a poder configurarlo con todas las opciones que un juego de rol tradicional nos puede presentar: atributos en cuerpo a cuerpo, armas a distancia, habilidades de diálogo, ingeniería, liderazgo... además de diferentes talentos y taras que adquirimos según juguemos.  Combatiremos en planetas de faun