The Order 1886

Siempre me pudo la curiosidad de por qué recibió tantos palos el juego de Ready at Dawn que tanto prometía.

Nos, evidentemente, vamos a 1886, Londres. Encarnamos a Sir Gray Galahad, miembro de los caballeros de la mesa cuadrada redonda, los cuales descubrimos que viven una eternidad y se enfrentan a todo tipo de problemas. La amenaza licántropa se destapa en los suburbios y nos toca investigar la trama.

En su día, el juego destacaba gráficamente. A mí me ha parecido que ha envejecido mal. La polémica resolución de 1920x800p, juntado con 30 fps y un montonazo de filtros (que luego podemos editar) que emborronan la imagen dan una sensación bastante pobre. Le excusa fue que querían darle un aire cinematográfico.

Realmente no hace falta, porque The Order tiene tantas cinemáticas que por ratos piensas que es una película en la que han metido 5 tiroteos y 3 zonas de QTE. Y da rabia, porque los tiroteos son divertidos gracias a las armas de Tesla: la termita es una maravilla! Pero solo la usas 2 veces.

Lo mejor es el estilo artístico. Londres en su ebullición imperial, dirigibles, interiores muy cuidados aunque con espejos que no te reflejan, armas y objetos que puedes deleitarte moviéndolas... pero la sensación es que tanto trama, personajes y jugabilidad quedan muy desaprovechadas.

Nota: 4. Estos ingredientes daban para mucho más. Lo poco que se juega está bien, pero es tan poco que no se puede recomendar. Al menos tiene un platino muy sencillo de obtener, en dos tardes ventilado. Lo mejor, un soberbio doblaje en inglés británico, en castellano pierde mucha chicha. La potencia que tiene cuando dicen "The Order" pone los pelos de punta.

Bonus track: "Aprenda a pronunciar Order como si fuera un parlamentario británico"