Hades

Zagreo, hijo de Hades, se encuentra hastiado de su vida en el inframundo y le empiezan a rondar las preguntas por la cabeza. ¿Qué le oculta Hades? ¿Por qué trabaja con tareas tediosas sin dar rienda a su poder? Decide que debe escaparse de la mansión de Hades y averiguar por su cuenta la verdad. Debe salir del inframundo.

 

En nuestra aventura nos vamos a enfrentar a miles de esbirros que debemos machacar sala tras sala generadas proceduralmente. Contamos con diferentes armas, tales como una espada, una lanza, un arco... Todas tienen un ataque básico, uno especial, contamos con un ataque de lanzamiento y esquiva. Pero esto no es todo, los dioses del Olimpo se percatan del intento de nuestra hazaña, así que deciden ayudarnos con diferentes bendiciones que modificarán nuestras habilidades para hacer más daño, vengar el que nos hagan, empujarles, emborracharles, debilitarles, congelarles... las combinaciones son miles, y hasta si se dan ciertas condiciones, dos dioses se pueden aliar para ofrecernos poderosas bendiciones duales. 

El problema es que no nos lo van a poner nada fácil y antes o después seguramente nos venzan. Dada nuestra naturaleza de hijo de Hades, nuestra vida está en el reino de los muertos, así que volvemos tan frescos a nuestra casa en donde Hades nos echa una buena bronca, pero nos podremos seguir escapando. Por suerte, ciertos materiales de nuestra incursión los mantendremos y seremos capaces así de ir mejorando nuestras estadísticas, haciendo cada entrada en el inframundo más sencilla. La combinatoria de habilidades es enorme y a su vez las propias armas también cuentan con diferentes aspectos y mejoras que se pueden aportar. Cada vez que hablemos con los dioses podremos estrechar la relación que tendremos con ellos, de tal manera que iremos completando misiones que nos darán más objetos para mejorar estadísticas o relaciones, creando un bucle jugable en donde se forman partidas de 30 min altamente adictivas.

 

Conseguir salir por primera vez no es más que el inicio, pues la verdad que se esconde en Grecia requiere que salir del inframundo sea necesario varias veces más. A su vez se abren nuevas posibilidades en un postgame que no hace más que aumentar el reto y los secretos... más de 100 partidas contempla mi Zagreo para desentreñarlos y terminar las diferentes relaciones con dioses y personajes que nos ayudan.

 

Nota: 10. Obra maestra. Un roguelite artísticamente precioso, con una jugabilidad a prueba de bombas. La aparente sencillez inicial se torna en un juego complejo y totalmente adictivo. Salir del inframundo no es más que el inicio de un juego con una cantidad absurda de líneas de diálogo. Referente del género.