Days Gone

No se puede decir que la temática zombi sea algo novedoso, tenemos juegos a rabiar en los últimos años: desde el sorprendente GOTY The Walking Dead, los particularmente divertidos Dead Rising, el recadero Dead Island, el frenético multijugador Left 4 Dead o la obra maestra de la narrativa de Naughty Dog, The Last of Us, entre muchos más. Todos comparten temática, pero todos son muy diferentes entre sí. 

Days Gone nos traslada a Oregon, un estado precioso del oeste americano, lleno de sequoyas y parajes naturales que está siendo arrasado por oleadas de infectados. En el día D, Deacon St. John evacúa en un helicóptero federal a su mujer Sarah al estar herida mientras él se queda con su gran amigo Boozer. Ambos son moteros, y es precisamente la moto nuestro medio de transporte, nuestro "caballo" del RDR2 quien nos ayudará y acompañará en toda esta odisea postapocalíptica que transcurre 2 años después de la infección.

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En Days Gone tenemos muchas mecánicas jugables. Deacon adquiere experiencia conforme completa misiones o acaba con engendros. La moto necesita combustible y se le aplican sus propias mejoras que se desbloquean en los campamentos según nos relacionemos con ellos, tenemos una cantidad de utensilios y armas que poder elaborar recogiendo diferentes partes, hay ciclo día/noche que afecta a las hordas (explicaremos más adelante qué son). Al subir de nivel, se nos abre un árbol de habilidades para potenciar el combate cuerpo a cuerpo, a distancia o la capacidad de supervivencia. 

Como enemigos tenemos a los citados engendros, pero también habrá fauna local que querrá sumarse a la diversión:
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Es relativamente importante acertar con qué nos mejoramos, pues al comienzo es donde se dan las situaciones que más a prueba te someten y donde más se disfruta de la experiencia Days Gone (recomendado jugar en difícil). Para muestra, un ejemplo:

Tras ver que estando en la segunda zona me reventaban por todas partes... vi que iba muy bajo de nivel y de armas y de todo. Me volví a la primera zona y efectivamente me faltaba hasta un tutorial: el de caza. Hay que limpiar el área para conseguir experiencia. La siguiente misión es conseguir 5 piezas de carne y te envía a un valle que, de noche, me acerco con la moto y si esperabas una misión tranquila, nada de eso, amigo! Toda una horda rondando mi tranquilo punto donde probar las recién adquiridas habilidades. Tengo que huir, empiezo a dar vueltas, los zombies se esparcen... en definitiva, metiéndome con la moto por un bosque sorteando árboles y locos que se me lanzan encima, huyo despavorido.

Descubro una cueva más allá del cementerio. Me meto por curiosear y al fondo hay una baliza con ¡una inyección de Nero! Qué rica. Recuerdo que esto te subía los stats básicos, así que decido ir a por los 2 campamentos de Nero que me faltan por limpiar. Localizo el primero tras huir de los nidos del cementerio, ya que hay otra horda rondando. Entro sigilosamente por el hueco de una valla, me oculto de varios zombies, corto los cables de los altavoces y mejora al canto.

Me dirijo al segundo centro de investigación. Se me acaba la gasolina de camino a 200 m de mi destino. El centro está al lado de una vía de tren... con una horda rebosando de un vagón sobre un puente. Dando un rodeo agachado no me detectan, empujo una furgo y consigo entrar donde el generador por el techo del centro... con la gasolina que necesitaría mi moto... pero va para él. Lo siento, pequeña. Antes de conectar el generador corto los cables de los altavoces. Lo enchufo y zas! Faltaba uno!! la horda loca revolviéndose sobre él, estaba debajo del puente y no lo vi. Huyo, alguno me ve, sigo corriendo como un loco monte arriba hasta dar con un campamento en los árboles despejado previamente. Algunos desisten, me quedan pocos zombies y menos balas. Me rodean, esquivo, concentración, balazo y cabeza volada, sin munición, saco el palo, se rompe, saco el cuchillo "jamematennnn moridddd cabronesssss!!!!"

Todos al suelo. Paz y un golpe de suerte: se asoma un bidón de gasolina en el campamento. A la moto con él, le tengo más cariño que Norman Reedus a su bebé en Death Stranding. Voy escurriéndome entre zombies hasta donde mi moto se secó. Mírala qué pobre. Me dispongo a echarle el oro líquido hasta que por la espalda un zombie me tira a mí, a la moto y al bidón al suelo "Hijodeunahiena!!!" Sin punto de control ni glorias, toca pelear a pecho descubierto. Saco el cuchillo, zas zas!! mordisco a la oreja, reviento el botón O, le arranco la cabeza de cuajo. Relleno mi moto, y salgo pitando a mi torre de control. "Qué tal, Boozer?" - Un día más en Oregón.
Y esto es lo mejor, porque el problema de Days Gone es que es un juego excesivamente largo para lo que ofrece. Hay 5 campamentos que te encomiendan unas 8 misiones de media de puro recadero o limpiador de zonas. La historia queda bastante diluída y no arranca hasta pasada la mitad del juego. Para entonces, ya estás bastante chetado y donde antes liberar un campamento con 15 enemigos requería de sigilo, silenciadores, ataques por la espalda y precaución, ahora eres un Terminator que dispara a los humanos con peor IA de la generación a la cabeza uno tras otro. Campamento tras campamento, emboscada tras emboscada, misión tras misión. Que los zombies se comporten como uno espera está bien, pero es que lo humanos se mueven absurdamente delante tuya, no tienen ningún tipo de inteligencia: los cuerpo a cuerpo corren hacia ti rectos y los que van con armas se medio cubren o van inexplicablemente de cobertura en cobertura que es donde les mueles a balazos. 

El otro gran enemigo son las hordas. Grupos del orden de 50 a 300 engendros que se comportan como un enjambre y que si te ven, se lanzan a por ti a toda velocidad. 
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Enfrentarse a ellas es un reto importante. Necesitas de tus mejores armas, de haber recolectado suficientes materiales para preparar artefactos y conocer previamente el terreno para usarlo a tu favor. La historia te lleva a enfrentarte a varias de ellas y lo recordarás por tiempos. Afortunadamente, hay luego 40 más repartidas por si te quedas con ganas.

En el transcurso del juego conoceremos a personajes más o menos bien construidos y con sus motivaciones. Deacon por el contrario me ha sorprendido varias veces para mal, con una actitud y reacciones del todo inexplicables por inverosímiles.

Gráficamente, el juego tiene efectos chulos y otros no tanto. A veces se quedan texturas sin cargar, o se dibuja todo muy cerca tuya, mientras que sin embargo tenemos efectos dinámicos con la nieve al cubrirlo todo o partículas elaboradas.
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Nota: 7,5. Days Gone es un juego con mecánicas divertidas, pero que las sobreexplota y termina repitiéndose todo hasta la saciedad. Si el juego tiene 5 campamentos, le sobra 1 y medio. Lo mejor, el principio que se comporta como un juego de terror/supervivencia y el final, en el que enfrentarse a cientos de engendros a la vez tiene su miga. Es un juego entretenido y con un amplio margen de mejora para disfrutar en su presumible continuación.

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