A Plague Tale: Innocence

La Edad Media fue una época larga y oscura. Mil años de lento progreso, guerras interminables, pobreza, mucha muerte y grandes poderes que manejaban a su antojo a una sociedad inculta. Y el mayor enemigo de todos ellos fue la Peste Negra, que diezmó a un tercio de la población europea.

En Francia, 1348, tiene lugar la historia de los De Rune. Amicie y Hugo son nuestros protagonistas.  Debemos proteger a toda costa al pequeño de 5 años, pues tiene un extraño poder que la Inquisición busca desentrañar. 

 

A Plague Tale: Innocence es un juego de sigilo. Movernos entre coberturas, crear distracciones, ocultarnos en la hierba alta y pasar desapercibidos es nuestra labor. Amicie tiene una honda con la que disparar piedras y a lo largo del juego va aprendiendo pequeños conjuros que le permiten resolver los problemas con más posibilidades. Además podremos ir mejorándola con los materiales que encontremos por nuestro camino.

Nuestros enemigos serán principalmente 2: soldados de la Inquisición fuertemente armados que si nos ven nos pulverizan y una terrible plaga de ratas que solo le temen al fuego. Si caemos en la oscuridad, seremos historia.

Gráficamente el juego es brillante. Asobo Studio, estudio de Burdeos, cuenta con cerca de 200 trabajadores y no solía realizar este tipo de trabajos. Se han quedado a gusto tanto artística como técnicamente. 

Si bien la jugabilidad se antoja algo corta, el juego es entretenido. Me habría gustado tener más posibilidades a la hora de completar las fases de sigilo, pues parece que solo existe una sola manera y hay que ejecutarla así o no sigues. Un poco más de libertad habría estado genial. 

Esto se compensa con unos personajes con los que es fácil encariñarse. Amicie, Mélie, Arthur, Rodric, Lucas... y por supuesto Hugo. Un buen grupo que lucha por sobrevivir en unas condiciones muy hostiles, un con un enemigo con cara que no olvidarás. Los combates con los jefazos están bien resueltos y se agradece.

Nota: 8. A Plague Tale: Innocence es una grata sorpresa. Si bien parece que al juego se le agotan las ideas, el tercio final le añade un buen giro de rosca que te atrapa hasta terminarlo. Duración más que correcta.