Dragon Ball Z Kakarot

Los juegos de peleas nunca han sido de mi gusto. Siento que machaco botones, que la curva de dificultad es inenarrable, que destrozo los mandos. Tuve un Dead or Alive en los comienzos de Xbox360 y sentí que fueron unos cuantos euros tirados a la basura, pues no pasaba de ser un juego ocasional. De pequeño vi, como muchos de los de mi generación, Dragon Ball en la tele. Fantaseábamos los amigos con quién era más fuerte, con qué ocurriría en el siguiente episodio o qué última transformación tendría el malo, malísimo de turno. Los movimientos parecían imágenes estáticas haciendo un deslizado, pero eso nos mantenía entretenidos todo el verano como si de una telenovela se tratara. Dragon Ball Z forma parte de los recuerdos de una infancia feliz. 

Y sin embargo, no le he podido dar réplica en videojuegos con los DB Tenkaichi, Budokai, Fighter Z etc hasta que no ha llegado un soñado-durante-años RPG que narra los hechos de la saga Z que tanto disfrutamos. Porque sí, Dragon Ball Z Kakarot es un homenaje absoluto a nuestro niño que hace 20 años veía a sus héroes en televisión y hoy puede jugar con ellos. No es que sea un juego que tire de contenido fan-service, es que el juego es totalmente eso. Y me encanta. La canción de la intro es directamente una adaptación de la de la tele. Lagrimones.

 

El juego consta de 4 arcos argumentales: Saiyans, Freezer, Célula y Bu. Los vaivenes de la historia hace que no solo manejemos a Goku, sino que también controlaremos a Gohan, Piccolo, Vegeta (wwaaaaaahhhh que controlo a Vegetaaaa!!!), Trunks y también podremos incluir como personaje de apoyo a otros tantos para que nos ayuden en peleas.

 

La narrativa funciona con el seguimiento de misiones principales consistentes en pelear con los enemigos de una manera bastante fiel a la serie. Tenemos un mundo abierto por zonas por el que movernos y encontrarnos con personajes que nos pedirán hacer misiones secundarias que aportan más bien poco: suelen consistir en alguna pelea con robots masillas o recoger objetos del mapeado. Por suerte contamos con un visor que nos ayudará a encontrar items en el mapa, como comida para preparar lustrosos platos que aumentarán nuestras estadísticas temporalmente.

 

El combate se realiza en el aire y tras un periodo de aprendizaje puedes hacer cosas muy chulas visual y sonoramente hablando. Desde sucesiones de puños y patadas a combinar con superataques que consumen nuestro Ki, defendernos, hacer contraataques, esquivas, emplear a nuestros aliados y realizar ataques conjuntos o incluso cambiar de transformación. Al subir de nivel también podremos desbloquear ataques más potentes, para los cuales muchos tendremos que superar un combate contra formas "idealizadas": enfréntate a 2 Son Goku y un Piccolo para aprender Super Kamehameha, por ejemplo. 

Podremos también visitar varias ciudades y hablar algo con los ciudadanos. Moverse es muy rápido ya que puedes volar a toda velocidad y el mapa te permite localizar fácilmente tu destino para encontrar misiones, tiendas en las que abastecerse, o jugar a unos minijuegos de batear, carreras o pesca con nuestra cola de mono gigante - algo que resulta un poco perturbador. Y en Dragon Ball, evidentemente, tenemos la capacidad de localizar las bolas de Dragón e invocar a Shenron para que cumpla nuestros deseos. 

Muchos de ellos serán revivir a villanos ya derrotados para volver a enfrentarnos a ellos. Esto nos permitirá contar con sus "Emblemas de Alma". Esto es otra función en la que mediante la asociación de personajes que aparecen nos dan una serie de bonificaciones si los emparejamos bien y subimos el nivel del tema en el que están encuadrados. Podremos juntar a Goku con Gohan en el marco de Guerreros Z, y a su vez a Gohan con Piccolo y esto nos dará un bonus que aumentará el nivel total del marco subiéndolo de nivel y así desbloqueando que juguemos con un, por ejemplo +10% ataque cuerpo a cuerpo, que nunca está de más. Es un minijuego que al principio no se entiende mucho, pero conforme acumulas emblemas y puedes trastear más, da resultado meterle unas horas y al final terminas deseando que este nuevo personaje que me acabo de encontrar me dé su emblema de alma. Juntar a la Fuerza Ginyu al completo da un bonus brutal:

 

Artísticamente el juego sigue sin dudar lo más mínimo el estilo de Toriyama. Musicalmente emplea y recicla pistas de la serie que reconoceremos fácilmente, para mayor todavía si cabe inmersión en la experiencia. Gráficamente se le podría pedir algo más, pues el mundo abierto queda algo deslucido en comparativa con lo que hemos visto en otros juegos de corte similar. Tampoco aportaría nada que hubiera más yerbajos repartidos. 

 

Nota: 9. Es totalmente obligatorio para alguien que disfrutó con Dragon Ball Z en la televisión. Tiene ciertos bajones de ritmo entre arco y arco en los que realizar secundarias que aportan más bien poco, pero la chicha jugable la soluciona más que satisfactoriamente. Toda una alegría disfrutar de la aventura de Goku, Gohan, Vegeta y demás tropa, esta vez en algo más de 40 horas de videojuego.