Celeste

Que no te engañe el aspecto de Celeste: la estética 8-bit no podría ser más cabrona con el jugador. 

Celeste es el nombre de una montaña y nosotros encarnamos a Madeline, una chica que siente que debe escalarla. En su camino, la montaña le pone en todo tipo de dificultades. Saltos, plataformas, pinchos, más saltos más complicados, agarres imposibles, saltos imposibles, diferentes rutas...

Durante la ascensión, Madeline se descubre a sí misma, a sus miedos y los enfrenta con la perseverancia de quien sabe que cumplir el gran objetivo le traerá la paz interior. 

El diseño de niveles roza lo enfermizo, tanto que en ocasiones solo existe una sola manera de superar la pantalla y esta es clavar en el momento y lugar adecuado unos 8-10 saltos y amarres. 

El juego base es difícil, bastante de hecho, y además puedes desbloquear fases mucho más complicadas. No me animo a hacerlas porque muchas de mis 2881 muertes han sido por un control que penaliza en excesivo cualquier mínimo detalle. 

Nota: 9. Un plataformas así no se ha visto en la generación. Imprescindible, pero ármate de paciencia contigo mismo y ve preparado para que el juego te genere la ansiedad que Madeline tiene hasta llegar a la cumbre de Celeste.

 


Extra:

Cuando fue nominado a los TGA, además de lo que ves jugablemente y estilo artístico, una vez lo completas comprendes por qué trasciende.

Celeste trata de manera muy cercana problemas tan de hoy en día como son la ansiedad y la depresión.

Si queréis jugarlo no los veáis, si no, comprenderéis dónde Celeste alcanza otro plano al alcance de pocos: